viernes, 11 de noviembre de 2011

IMPACTO SÚBITO



El suyo era el único caso documentado de una persona a la que le hubiese caído un meteorito encima de la cabeza. Aunque lo cierto es que dicho asteroide era más bien tirando a una china que a un gran pedrusco, y a pesar de que la velocidad del impacto resultó bastante frenada al atravesar el techo de la casa, el golpe le produjo un chichón de tamaño considerable y el leñazo le causo un desmayo con amnesia transitoria. El hecho fue que al despertarse, Xosé empezó a hablar de una manera extraña.Después de pasar los más reputados lingüistas del mundo por su casa, nadie lograba entender lo que Xosé decía. Incluso se llamó al padre Karras para realizarle un exorcismo, pues muchos creían que Xosé estaba poseido y que sufría de xenoglosia. -¡ Qué carallo estará decindo ! , comentaba la gente a su alrededor cuando Xosé comenzaba a decir frases que para las personas normales eran un sinsentido:
- Vaya muvi chorbo. Me chine al chuzarme y eso que fue de gratis,haciendo simpas, me puse en cero coma. Cuando me cosque estaba mazando con una kinita neli de paneli...me rallé, pase de la nena y me fui a jalufar.

La resolución de tamaño misterio vino de la mano de un amigo de la infancia de Xosé, que después de leer la noticia en los jornales reconoció por la foto a su antiguo amigo de juventud:
-¡Buah neno, vine a gambín cuando lei en el papel que no te fucaba la chota ! ¡ Tienes la kel petada de chorvos !
-Si. meu, esto es una liada del quince. A ver si consigues rularme de aquí que no hay quien los achante. Menudo percal, aver si nos sachamos que me estoy taladrando.

Fue entonces cuando se solucionó el misterio, después de llevar a un rincón al amigo de Xosé y preguntarle como era que conseguía mantener una conversación con él. El golpe había retrotraído a Xose a su infancia,mucho antes de ser lo que es ahora, director de una sucursal bancaria, cuando deambulaba por el barrio de O Ventorrillo con sus amigos y hablaban "el koruño". Pero ahora Xosé tenía un serio problema al ser director de una sucursal bancaria. Con dicho lenguaje, era imposible que pudiera atender a los clientes de su entidad bancaria en la oficina de Juan Flórez donde estaba ubicada. Por otro lado, el banco para el cual trabajaba tampoco las tenía todas consigo. Después de haber dado tanto bombo en la prensa a la noticia, estaría mal visto despedir a alguien que había tenido la mala fortuna de que se le impactara un meteorito en la cabeza.
La solución era la única posible para que Xosé pudiese conservar su trabajo y el banco no echarlo a la calle, con lo cual se evitaban la mala prensa que podría suponerles eso. Ahora Xosé está de director en una sucursal que esta al lado de Penamoa. El es feliz hablando "koruño" sin tener que renunciar a su trabajo y encima los números de la sucursal han subido como la espuma. A fin de cuentas, la droga es un negocio que mueve mucho dinero, y un director que "hable de tú a tú" con los clientes genera mucha confianza.

ERNETTI

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