
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y creo que es cierto. Yo había oído hablar de Joselito en muchas ocasiones, pero hasta que no lo vi ayer en el cine haciendo un pequeño papel en Torrente 4, no se me ocurrió el plantearme cuales fueron los motivos por los que alguien que llegó a volar tan alto, de repente, y sin causa aparente, casi se fundió con la nada. Y lo cierto, es que simplemente basta rascar un poco la superficie e ir atando cabos, para llegar al final de las historias.
En una época de postguerra en plena dictadura franquista, y donde el generalísimo veía conspiraciones judeo-masónicas por todos lados, los lazos de parentesco de “ el pequeño ruiseñor” con “ Ben Gorrión”, el mentor del nacimiento del estado judio, fue lo que ayudó a que alguien que estaba en la cresta de la fama desapareciera por completo del panorama artísico. Además, desde el régimen, se mandaban mensajes subliminales en los cines, para que la gente, inconscientemente, fuera rechazando a Joselito.Fue por aquel periodo de tiempo cuando tuvo mucha fama una película americana que se proyectó en los cines en la que, jugando con la sensibilidad de la gente, se manipulaban los sentimientos de las personas para dirigirlos a sentir piedad por la gente de color, pero en contra, que dirigieran todo su odio hacia los judios, y en este caso, sobre el pobre Joselito.Sólo tenemos que comprobar en las hemerotecas el gran éxito que tuvo en la gran pantalla la película de Mulligan, “ Matar a un ruiseñor”.
Podemos seguir atando más cabos. Ya en la época de la transición y postfranquismo, pero aún con muchos resquicios del antiguo régimen, María Jesús y sus “pajaritos” tuvieron un grandísimo aunque muy breve éxito hasta que fueron silenciados y no se volvió a saber más de ellos…
Lo curioso de esta vida, son las grandes contradicciones que tiene. Francisco Franco, tan antisionista en si mismo, resulta que también tenía vínculos familiares con el proclamador oficial de la independencia del estado de Israel, el ya mentado “ Ben Gorrión”. A fin de cuentas, Franco también era un “pájaro” de cuidado…
ERNETTI